lunes, 10 de noviembre de 2014

Comienzo del Taller de Escritura Creativa

El pasado 5 de noviembre comenzé por primera vez el curso del Taller de Escritura Creativa organizado por la Biblioteca Pública del Estado. Cristina Serrano nos acompañará en este viaje por los caminos de la escritura y nos ayudará a conocerla un poquito mejor e ir más allá de lo explorado en cuanto a creatividad. Me sorprendí de ver tanta gente en el taller, es fantástico saber que hay muchas personas apasionadas por este mundo. La primera sesión giró en torno a la hora de comenzar a escribir relatos, cómo empezar, las claves de la inspiración y saber cuando usar el ''yo crítico'' y el ''yo creativo''. Explicado esto, se nos dieron tres opciones para desarrollar comienzos: Sentidos, Opinión y Deseo Oculto. 
Estos son los comienzos que escribí:


Sentidos

El frío se hacía notar en sus blanquecinas manos mientras abrochaba cuidadosamente cada botón de su anorak. Se dirigía a ninguna parte, esperando que ocurriera algo. La punta de la nariz enrojecida haciendo alusión al viento fresco que acariciaba su rostro. El cuerpo tiritando, aún llevando capas y capas de invernales ropajes.


Opinión

El cine es un lugar maravilloso, pensado para el disfrute de los cinco sentidos. Nada puede sustituir ese momento mágico en el que te adentras en esa historia con palomitas de regusto salado y la bebida acompañante que apaga tu sed. Si hay algo que puede interrumpirlo, es tener que echar a correr al servicio en mitad de la película.


                                    
Deseo Oculto

Allí estaba yo, nada mas entrar al aula, en la primera fila de mesas esperando el momento oportuno. Hay gente que viene aquí por venir. A mi me gustaba esa clase, Historia del Arte, sin embargo algunos sujetaban sus adormecidas caras donde resbalaban los mofletes como resbala una piel anciana, posando el mismo sobre la palma de la mano. Otros ignoraban la belleza de los monumentos y preferían admirar la urbe por la ventana. Es el momento, mirando fijamente la pantalla deslizable la hago cerrarse de golpe y ocasionar el salto de la profesora, elijo la tiza como objetivo, se eleva y desde lejos escribo en la pizarra: aquellos que no amáis el arte al lugar equivocado habéis llegado... ¡fuera de aquí! inmediatamente casi todos mis compañeros abandonaron el aula ante la atónita  asustada mirada de la profesora, que siguió la clase a los pocos que quedábamos aunque con cierto temor.

Algunos expusimos uno de estos relatos. Seguidamente tratamos la descripción, Cristina nos mostró un microrrelato escrito por Isabel González, ''La Coleccionista'':

La niña coleccionaba arena. Aislaba cada granito aislado, lo cogía con una pinza y los guardaba en un vaso de vidrio. Había miles de átomos de coral, cientos de pizcas de nácar y quién sabe cuántas partículas de cuarzo germinado albergaban sus recipientes. La gente venía de lejos a contemplar su exposición. Ella les asignaba un número y ellos transitaban los pasillos hasta que de repente, pegaban la nariz a tal o cual vaso y acariciaban extasiados la superficie del cristal. ''¿Qué les ha parecido?'' - les preguntaba al salir - ''Son unas vasijas preciosas'', contestaban los visitantes.
La niña apuntaba en su cuaderno ''trescientos cuarenta y un mil... ''Era magnífica su colección de idiotas.

El ejercicio propuesto trataba de reescribir el microrrelato, bien en forma de dialogo o bien en forma descriptiva, yo elegí la segunda opción:


La Coleccionista

La niña de ojos azules y trenzas de cabellos dorados inquieta y de sonrisa traviesa, se entretenía todos los días recogiendo granitos de arena. Llegaba al museo y era tratada como una artista de renombre, se hacía pasar por extranjera y llevaba sus colecciones  de arena cada cierto tiempo. En las exposiciones, explicaba las vasijas de manera rebuscada y los millonarios de trajes achanelados casi le besaban los pies; Llegaban, miraban la arena encristalada como si fuera oro puro, con aire de críticos papanatas que se las gastan de expertos en arte. Ella se escondía entre los rincones y se mofaba viéndolos observar asombrados.

Hasta aquí la sesión del 5 de noviembre. Estupenda. Espero con impaciencia la siguiente.

Pluma de Pintura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario