miércoles, 26 de mayo de 2010

Pinceladas de mi vida III: Educación Primaria



Poco a poco me fui abriendo camino en el mundo del aprendizaje, aprendí que a parte de mí, existían otras niñas como yo. Mi idea era el relacionarme con toda esa nueva gente que empezaba a estar en mi vida colegial, pero pronto empecé a conocer que no todo el mundo era igual a mí, pues donde yo brindaba amistad recibía indiferencia, donde yo brindaba amor, encontraba odio.


Menos mal que a llegar a mi hogar seguía encontrando la comprensión y el cariño de mis padres, ellos se preocuparon con aquellas primeras noticias que yo les daba de lo que me acontecía en el colegio, no se demoraron mucho los profesores en querer ponerse en contacto con mis padres, todo ello debido a las malas notas que empezaba a sacar y a mis huidas mentales en las clases, cuando sentía el desprecio y la indiferencia por parte de ciertas compañeras, yo me arrinconaba en mi mundo para protegerme de tanto sufrimiento.


Todo quedó aclarado entre mis profesores y mis padres, pues se reunieron para hablar de lo que a mi me ocurría y entre todos pusieron el granito de arena que me hizo mucho bien, pues yo sólo me centraba en mis estudios y en aquellos compañeros, que empezaron a ser mis amigos, apartándome de aquellos que me hacían tanto mal.


Continuará...



Pluma de Pintura.

4 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Precioso texto contado con tanta ternura. La ternura que sientes por un niño. Seguiré leyéndote, me encanta tu forma de escribir, espero que estés haciendo un libro.

Saludos cordiales,

Aída

TORO SALVAJE dijo...

Tener un hogar así es tener un tesoro.
Quizás pienso así porque no lo tuve.

Saludos.

Pluma de Pintura dijo...

Gracias a los dos, un abrazo.

Angeles dijo...

Como dice Toro debe ser lindo tener esa contención, un hogar donde se pueda uno cobijar.
Gracias por tu visita te sigo...leyendo...
Besos:)

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