Buenas noches, es un poco tarde para ponerme ahora a escribir... pero he pasado mucho tiempo encerrada en los estudios y necesito sacar estas líneas de reflexión, desplegar de nuevo mis alas literarias y vaciarme de palabras. He de decir que me siento adelantada, llevo estos últimos dos años acelarando un montón mi tiempo, la vida, no puedo controlarlo no entiendo como puede pasar tanto tiempo en tan poco tiempo paradojicamente, pero supongo que es el precio que se paga cuando realmente estas llendo por el camino que te has marcado, cuando te dedicas a lo que esperabas y te autoimpones el objetivo de cumplir siempre tus sueños, de tachar una lista interminable de cosas por hacer y probar, de seguir el 'carpe diem' y aprovechar el momento como lo decía John Keating en 'El Club de los Poetas Muertos' Oh capitán, mi capitán... dos años, ¡ya! así se esfuman desde que cumplí los veinte años. Queria ser mayor, queria tener mi propio coche, trabajar, quería ser como mis padres, quería ser forense como 'Ichabood Crane' en 'Sleepy Hollow' y ahora quiero volver a ser pequeña, vivir en la realidad que me creé en los tintes de la imaginación... aunque en cierto modo esa parte imaginativa en mi vida no ha cesado. Aún recuerdo vivamente la imagen de los reyes magos cruzando la puerta del balcón de mi casa aquella noche que me desperté con una ranita que abría la boca y tenía luz dentro con tan sólo 6 años, los ví entrar y volví disparada a mi cuarto, no fue un sueño, pude sentirlo y sigo sintiendolo totalmente real. Creer es ver, dicen... ¿pudo ser mi imaginación la que causo tal visión? me gustaría recuperar ese poder de visionado, porque imagino cosas, miles de ellas, todas fantásticas, todas con una realidad alternativa pero eso no me hace ver o proyectar desde mi vista. Me queda entonces el consuelo de poder soñar libremente, de vagar por otros mundos alojados en el subconsciente y vivir allí. También uso ese medio para ver a mis seres queridos que partieron al otro mundo, puedo abrazarlos, sentirlos cerca, sentir el amor que me brindan y el 'estoy bien, no debes entristecerte por mi' es maravilloso... pero la cruda realidad es que lo de no llorar por ellos es algo inevitable para mí, sea la fecha que sea, esté donde esté, pienso en ellos, los echo de menos, pasen los años que pasen... siempre será así. También quería mencionar que estoy harta de la ''critica a la navidad'' ¿ahora se ha vuelto de moda ser ''anti-navideño'' o ''ateo''? ¿Qué le pasa al mundo? Es una fiesta importante para mí, nació Jesús... y estos días aportaron tantos recuerdos buenos a mi vida que es imposible que no me guste, aunque ya nada sea igual, aunque cenemos cuatro personas, una misma familia con unas cuantas cosas que tenemos por casa, mirandonos a los ojos por la tristeza que se acumula dentro en esos momentos y en la soledad tan enriquecedora en un día que requiere las reuniones familiares. Cogiéndonos las manos, esperando simplemente que el año que viene sea mejor, abrazándonos y colocando adornos de navidad por la casa todos juntos. ¿Parece triste verdad? Pero es una tristeza dulce, es una tristeza agradecida es compartir el amor con los que quieres, ¡Fuera las tarjetas de credito, adiós a los cotillones, se acabó la hipocresía! queda la realidad del sentimiento de la navidad, el verdadero sentimiento, no el que dicen conocer los eruditos ''Anti-navidad'' como mero recurso económico y estrategia. Es la vida lo que pasa en esos momentos, es un año tras otro habiendo luchado, habiendo remado todos en la misma dirección y entocnes llegan las campanadas, nos sentamos instantes antes de que baje el carrillón frente a las uvas, ''Pie derecho delante, dice siemore mi padre'' ''el izquierdo levantado'' y todos seguimos la instrucción como si fuera un paso mágico, un momento de tradición. Empiezan las campanadas y con cada uva me viene un recuerdo a la cabeza de aquellos que se fueron... mi abuelo daba monedas como regalo siempre en nochevieja, no unas cualquiera, eran de colección, les ponía el nombre y las metia en una funda con bordes rojos de terciopelo y una lámina trasnparente, me sonreía con su bigotito. El me enseñó a pintar de pequeña, me dejaba sus ceras de colores, pasabamos la noche de reyes en casa de mis abuelos paternos y a las 12 veiamos todos los primos siendo pequeños la habitación llena de regalos. Me daba mi abuela María las cucharadas que quedaban del tazón de chocolate que preparaba ella misma para apurarla. Me leía cuentos... Mis abuelos maternos, unicamente con la que pude tener recuerdos fue con mi abuela Ana, mi abuelo Pablo murió recien nacida yo. Mi abuela Ana me regaló un osito de peluche con un peto de pana verde al que me abrazaba siempre que lloraba, cuando no podía dormir siempre me decia que cerrase los ojos y no pensara en nada, se bañaba con nosotros en la alberca de la finca que tenían y regaba siempre cariñosamente las plantas que allí tenía... cuando aún era un bebé me metía en un barreño y me bañaba allí mismo, en la finca; me ponía una pelotita en el agua con la que jugaba y me preparaba para merendar todas las tardes despues de jugar allí en el campo, si no un bocadillo de longaniza el pozo con buen pan, uno trocito de chocolate 'Milka' que era su favorito con un mendrugo de pan. Y fui muy feliz y los soy recordando todo aquello... entonces después de recordar nostalgicamente todo ello terminan las campanadas, las uvas aún no han bajado por la garganta y ya nos han brotado lágrimas. Entonces nos abrazamos como cada año, no es un abrazo cualquiera, es uno de 'estamos juntos, podemos hacerlo, podemos ser fuertes, podemos seguir adelante' es así como entramos al año nuevo. Y después vienen reyes... que maravilloso fue ahorrar el año pasado para tenerles un detallito, algo que llevaran tiempo buscando o incluso que habia hecho con mis propias manos. A mi padre una película que nunca consiguió dar con ella hasta ese día en que se la dí, ''The body'' el cuerpo de Antonio Banderas. A mi madre un delantal de cocina del morado que a ella le encanta realizado como parte de mi proyecto de fin de curso, a mi hermana un perchero hecho y pintado a mano de la película frozen... y es que eso es lo que define para mí la navidad, es realmente en todo eso donde esta ese sentimiento. Y con estas fechas, me siento enormemente feliz.
¡FELIZ NAVIDAD!
Pluma de Pintura.